A finales de octubre se realizaron las elecciones municipales en Chile, en las que se eligieron los alcaldes y concejales de 346 comunas (o distritos electorales) en todo el país. Desde la perspectiva del aprendizaje del marketing político, este tipo de comicios es importante porque le ofrecen a los nuevos asesores electorales la oportunidad de hacer sus "primeros pinitos" en campañas. En un contexto más amplio, estos eventos también nos sirven para observar el funcionamiento de algunos elementos de mercadeo y publicidad política en los países de la región.
Para los que nos interesa el estudio de política latinoamericana, estas elecciones fueron atractivas por la importancia que tienen tanto Chile, como su modelo de coaliciones de partidos. Los resultados de estos comicios fueron vistos por muchos observadores como un referendo de la gestión de la presidenta Michelle Bachelet, al igual que ofrecieron la oportunidad para hacer una primera medición de fuerzas entre los posibles candidatos a la presidencia en las elecciones del 19 de noviembre del 2017.
Las elecciones municipales en Chile también presentan un claro ejemplo de lo que en ciencias sociales llamamos "experimentación de campo," debido a que para estos comicios se implementó una nueva legislación electoral que tenía, entre otros, los objetivos de limitar la influencia que los grupos de interés tienen con sus aportes económicos a las campañas y de disminuir el efecto de polución visual que algunos tipos de propaganda política generan. Después de los comicios se observó que esta legislación tuvo efectos no esperados que discutiremos en este artículo.
Estas elecciones ofrecieron igualmente propuestas de publicidad política interesantes, donde podemos observar cómo se combinaron conceptos básicos de mercadeo en el contexto de una elección local, en un ámbito urbano. Veremos fotos de afiches políticos promoviendo candidatos en las calles de Santiago y Providencia, acompañados de una corta lectura de los mismos desde la perspectiva del mercadeo político. En este análisis se señalan elementos de propaganda que ayudaron al éxito de algunas de estas campañas.
El siguiente aviso publicitario promoviendo el voto en las elecciones municipales chilenas del 2016, es un buen punto de partida para comprender mejor el actual sistema electoral de este país, al igual que es un interesante ejemplo de la forma como la administración Bachelet intentó estimular la participación política en estas elecciones.
Escenario Político Previo a estas Elecciones
La situación política en vísperas de estos comicios no era la mejor para el gobierno de Bachelet. Varias encuestas indicaron que alrededor del 20% de los chilenos veían su gestión de forma favorable mientras que un 70% criticaban muchas de sus políticas públicas. Gran parte de estas críticas se enfocaban en la forma como se vienen manejando los temas económicos. El alza en impuestos, por ejemplo, ha tenido un efecto nefasto y palpable en muchos renglones de la economía. Se estima que con los nuevos gravámenes el sector de la construcción ha perdido un 40% de sus negocios en el último año. Esto es palpable observando la proliferación de avisos de venta de inmuebles por la calles de Santiago.
Otros temas no económicos, como la reforma a la educación terciaria, no han satisfecho ni a los movimientos estudiantiles que esperaban cambios más profundos, ni a las universidades privadas que sienten amenazada su independencia académica y su nivel de calidad. En el terreno ético, el manejo de la crisis que se le dio al caso Caval donde se involucró al hijo de la presidenta, Sebastián Dávalos, con tráfico de influencias, también ha afectado la imagen de la mandataria. Inclusive la semana previa a las elecciones estuvo enmarcada por dos noticias malas para el gobierno. La primera fueron los errores en el registro de votación que afectaron a unos 480,000 chilenos, los cuales fueron inscritos para votar en sitios muy lejanos a sus viviendas. Ante esto Bachelet trató de pasar una ley para facilitar el voto de estas personas en mesas de votación donde no estuvieran registradas, pero esta iniciativa legislativa fracasó en el Senado debido a que la misma no garantizaba que las personas no pudieran votar más de una vez. Todo este problema generó que durante el día de las elecciones municipales, varias veces escucháramos el "relato popular" de la pobre señora que fue a votar en Santiago y los jurados en la mesa la rechazaron diciéndole que tenía que ir a votar en la Isla de Pascua, es decir recorrer 3769 kilómetros.
El segundo auto-gol anotado por la administración ocurrió el martes previo a las elecciones y consistió en propiciar una crisis ministerial y cambiar a varios de sus principales funcionarios. Esto generó una lluvia de críticas tanto de los aliados de la presidenta como de los sectores de la oposición. Especialmente la salida de Máximo Pacheco, titular de energía y considerado el ministro estrella del gabinete produjo muchas molestias, más aun, cuando el mismo día se conoció que se retiraba para incorporarse en la campaña presidencial de Ricardo Lagos.
Elección que remece el mapa electoral chileno
Según el diario el Mercurio de Chile, en la edición del lunes al otro día de las elecciones (octubre 24), los resultados de las mismas produjeron todo un "Terremoto Electoral" en el mundo político chileno. La coalición de centro-izquierda, llamada Nueva Mayoría, que lidera la presidenta Michelle Bachelet y que agrupa a siete partidos que van desde la DC (Democracia Cristiana) en el centro del espectro político chileno hasta el PC (Partido Comunista) en la Izquierda, sufrieron una fuerte derrota frente a los candidatos de la coalición de centro-derecha, ahora denominada Chile Vamos, estructurada en torno de los partidos la UDI (Unión Demócrata Independiente) y la RN (Renovación Nacional), y que tiene como uno de sus principales líderes al ex-presidente Sebastián Piñera.
En principio, la derrota de Bachelet no parece tan grave con un 37.5% de votos para alcaldes de la Nueva Mayoría contra 38.45% a favor de Chile Vamos de Piñera (el resto del porcentaje electoral fue a terceras fuerzas). Una ventaja de solo 5 alcaldías para Chile Vamos, es decir 145 contra 140 alcaldes electos. La narrativa es otra si se hace un análisis cualitativo de los sitios donde ganó Chile Vamos. Desde esta óptica vemos como la coalición que lidera Piñera triunfó holgadamente en varios de los distritos electorales más importantes del país, como son Santiago, Providencia, Ñuñoa, Puente Alto y La Florida.
Solo hay que mencionar las elecciones en tres municipalidades para imaginar lo fuerte que se sacudió toda la mampostería política en el Palacio de la Moneda y entender parte del recambio de asesores y operadores políticos que ahora se efectúa. La primera gran derrota fue sin duda, la alcaldía de la capital Santiago, donde la alcaldesa Carolina Tohá, del PPD (Partido Por la Democracia), que es parte de la coalición del gobierno, perdió su reelección por más de 10 puntos frente a Felipe Alessandri de RN. Esta derrota adquiere aún más relevancia si se considera que Tohá es considerada la hija política del ex presidente Ricardo Lagos y se perfilaba para constituirse desde la alcaldía más importante del país, en ficha fundamental en la estrategia del ex-mandatario para consolidarse como el candidato a la presidencia por la Nueva Mayoría y regresar a la conducción del país durante el periodo 2018-2022.
La segunda mala noticia para Bachelet y su Nueva Mayoría fue la victoria de Evelyn Matthei en Providencia con un apoyo del 53.22% frente a la candidata independiente Josefa Errázuriz con el 42.16% de los votos. En este distrito electoral caracterizado por ser de clase media alta, el resurgir político de Evelyn Matthei, la candidata de la UDI, que le compitió en las anteriores elecciones presidenciales a Bachelet, le agrega una importantísima ficha a la coalición de centro-derecha en el ajedrez político de las próximas elecciones del 2017. De hecho me sorprendió que mientras muchos otros políticos victoriosos estaban en sus sedes celebrando junto a sus seguidores con música, vino y empanadas, Evelyn Matthei horas después de su victoria, continuara en una actitud proactiva, "de ritmo de campaña" dando declaraciones y visitando los estudios de los medios de comunicación que cubrieron las elecciones.
El tercer golpe importante que recibió el gobierno de Bachelet, vino desde lo que algunos analistas denominan la "nueva izquierda disidente." En contra de todos los pronósticos, Jorge Sharp del Movimiento Autonomista, derrotó a los candidatos de las dos coaliciones y conquistó la alcaldía de Valparaíso (tercera ciudad más importante del país y sede del Congreso). Su pasada militancia como Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso, su figura juvenil (31 años), su discurso de renovación ética y una campaña bien organizada alrededor de tres pilares: trabajo de campo, redes sociales y un programa de gobierno construido con la participación de muchos sectores de la comunidad, fueron claves en la victoria de Sharp. El revés para Bachelet se explica en que desde la creación de la coalición Nueva Mayoría, ha gastado enorme capital político tratando de aglutinar a todas las izquierdas, y especialmente al Partido Comunista dentro de su gobierno. El hecho de que sectores disidentes de izquierda muestren que pueden ganar importantes elecciones fuera de la coalición, ya genera muchos cuestionamientos a la estrategia política con miras a las elecciones del próximo año.
Como si lo anterior fuera poco, la crisis en la coalición de gobierno, Nueva Mayoría, se agudizó después de estas elecciones. La primera afectada fue la senadora y presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, quien viendo el pobre resultado de sus aliados y acusando presiones de Ricardo Lagos, decidió renunciar a la pre-candidatura a la presidencia de Chile. El mismo Ricardo Lagos vió afectada su favorabilidad en las encuestas al caer a un tercer lugar de preferencias, en donde el ex-presidente Piñera lleva una amplia ventaja y el Senador Independiente Alejandro Guillier se posiciona como la mejor alternativa que tiene la Nueva Mayoría para enfrentar a Piñera. Pero quizás lo más diciente de la derrota en las municipales ha sido la incapacidad política del gobierno para lograr que sus aliados en el Congreso lo apoyen para pasar una legislación que buscaba subir un 3.2% el salario de los empleados públicos y así intentar frenar varias semanas de huelga de este sector. El caso más extremo lo protagonizó el Partido Comunista, que pese a ser miembro de la coalición de gobierno, voto en bloque contra esta iniciativa por considerar que el ajuste salarial debería ser más grande. Mientras tanto se habló de una emergencia de salud pública en Santiago por la falta de recolección de basuras, miles de cirugías y citas médicas fueron re-programadas, y se produjeron extensas demoras en muchos de los tramites oficiales. Solo hasta el 16 de Noviembre, con la ayuda de los partidos de la oposición, Bachelet logró pasar una ley de reajuste salarial para los empleados públicos que no llenó las expectativas de este gremio, el cual se calcula aglutina a más de 800 mil trabajadores en todo el país.
En conclusión, la actual crisis política del gobierno, se viene gestando desde antes de las elecciones municipales pero se agudizó con el resultado de las mismas. Analizando el momento político que vive este país, el analista y miembro del Partido Socialista, Óscar Guillermo Garretón concluye que la Nueva Mayoría "solo tiene futuro en la discontinuidad de su gestión presente. [y agrega que] tendrá a prueba su existencia según cual sea su capacidad para construir y demostrar esa continuidad como coalición. Sus candidatos hacia adelante deben demostrar que son algo distinto en calidad, perfil y propuestas. " (El Mercurio 25 de Octubre, 2016).
El experimento de campo con los comicios municipales del 2016
Como respuesta a varios casos de influencia indebida de intereses privados que se presentaron en anteriores elecciones, para las municipales del 2016, el gobierno decidió pasar una nueva legislación restringiendo los montos que las personas pueden donar a las campañas, el porcentaje que el candidato se puede auto-financiar, los sitios donde estas se pueden realizar, la duración de las mismas y hasta el número y tamaño de los carteles. El gobierno también intentó limitar de forma severa la publicidad política por la web, pero esto fue frenado en las Cortes.
Teniendo en cuenta que la ley fija los aportes en Unidades de Fomento (UF) y que cada unidad equivale a unos 40 dólares, el monto máximo que una persona natural podía donar a una campaña era de 10,000 dólares y el costo total de la misma no podía pasar los 100,000 dólares. Candidatos sin donantes, cuya campaña dependiera solamente de su bolsillo, solo podían financiar el 25% de este monto. El siguiente es un vídeo que el gobierno difundió con información de estas restricciones.
La publicidad en la calle también fue restringida. A la izquierda se puede ver un mapa de Santiago donde se identifican con puntos azules y rojos los pocos sitios donde se podía colocar algunos avisos políticos. En el resto de las calles no existía ningún mensaje relacionado con las campañas. Algo similar se observó en los distritos de Providencia y Los Condes. Las fotos abajo fueron tomadas a la publicidad que se colocó en las municipalidades de Santiago y de Providencia. Como se puede observar muchos de los avisos fueron destruidos durante las pocas semanas que se permitió su exhibición. En algunos casos las campañas decidieron colocar los avisos en lugares menos accesibles como las copas de los árboles o intentar reemplazarlos de forma continua, para lograr que el mensaje político llegará a los votantes. Noticias posteriores a los comicios también dan cuenta que la legislación no fue muy clara respecto a las donaciones en especies que los partidos podían recibir. Como resultado de esto, las candidaturas que contaban con buena asesoría jurídica pudieron obtener algunas ventajas en el momento de incorporar recursos no monetarios.
Cabe anotar que las restricciones de las actividades durante los comicios municipales en Chile no solo se relacionaron con limitar el contacto que los ciudadanos tenían con los mensajes políticos sino que se extendieron a otras actividades. Por ejemplo, como lo indica la foto del cartel del centro comercial Costanera Center (situado en el edificio más alto de Sur América), las actividades comerciales en muchos negocios se restringieron a partir de la noche del sábado y el domingo día de elecciones, los centros comerciales estuvieron cerrados al igual que muchos otros negocios en las principales calles comerciales.
Una consecuencia no buscada pero predecible del "experimento social" que el gobierno hizo durante estas elecciones fue el aumento del abstencionismo, el cual llego al 65.05% a nivel nacional, es decir de un padrón electoral de 14.121,316 personas habilitadas para votar (el 77.62% de la población) solo 4.929.957 votaron. Esta cifra marcó un nuevo récord en la abstención si se compara con el año 2012, cuando se celebraron las primeras elecciones municipales sin voto obligatorio y el 56% de las personas habilitadas para votar lo hicieron. Es decir en estas elecciones hubo 860.094 menos votos.
Sin duda, el "experimento social" que hizo el gobierno restringiendo la publicidad política fue parcialmente el causante de la apatía que la población mostró hacia estos comicios. A esta causa se le debe agregar el efecto que ha tenido en la opinión pública los múltiples escándalos de corrupción que han afectado la clase política de este país y por supuesto el inexplicable error que cometió el gobierno de Bachelet al cambiar el domicilio para votar a cerca de 480.000 sufragantes. Comparativamente ahora Chile junto con Costa Rica tiene los índices más altos de abstencionismo en América Latina y está lejos de los peores casos de ausentismo electoral en Europa donde, por ejemplo, Francia registró el 50% en el 2015, Portugal el 47% en el 2013 y España el 45% en el 2015. El hecho de que el gobierno de Bachelet hubiera preferido tener unas ciudades limpias durante la época electoral a permitir que los candidatos realmente se comunicaran y motivaran a los votantes, es un ejemplo más de la escala de prioridades que maneja este gobierno y que ha generado rechazo entre la población chilena.
Marketing y publicidad política: ¿Cómo promocionar a un candidato local?
Una disyuntiva que muchos asesores políticos enfrentan durante las campañas locales es si se debe poner el énfasis publicitario en la figura del candidato local o en el logo o figura reconocida o nombre del partido a nivel nacional. El mercadeo político nos indica que debido a que las elecciones municipales en general ofrecen un gran número de candidatos desconocidos para los electores, muchas de las campañas publicitarias exitosas deben preferir enfocar su publicidad en posicionar a estos candidatos utilizando "las marcas" de los partidos, presentado el logo o una figura importante del mismo, en vez de enfocarse solamente en exaltar las características y mensajes individuales de cada uno de ellos. Aunque hay muchos otros factores que afectan el éxito o fracaso de una campaña, veamos algunos ejemplos que ilustran este principio en las elecciones de las municipalidades de Santiago y Providencia.
Los dos avisos publicitarios a favor de la candidatura de Tomás Echiburu nos sirven para ilustrar la importancia que tiene incluir el nombre del partido y/o el de una figura reconocida en la publicidad política de candidatos locales. El afiche a la izquierda, muestra la figura del candidato, Tomás Echiburu, asociado de dos elementos de marca o branding de su movimiento, el nombre del partido "Revolución Democrática" y el abrazo del principal líder de esta organización, el diputado Giorgio Jackson. En el afiche de la derecha nuevamente encontramos al candidato, con el nombre del partido y junto a su líder pero no se menciona su nombre. En ambos avisos se puede ver el mensaje temático de unidad que el partido desarrolló durante esta elección. Echiburu fue electo al concejo de Providencia con 2092 votos.
El mismo concepto funcionó en la candidatura de Evelyn Matthei a la alcaldía de Providencia. En este caso, aunque Evelyn es un personaje reconocido en Chile debido a su postulación a la presidencia en las pasadas elecciones, ella aprovechó el auge de popularidad del ex presidente Sebastián Piñera y la idea del abrazo de unidad. Evelyn ganó la elección a la alcaldía con el 53,2% de los votos (32.092 sufragios). En contraste, su principal opositora, la alcaldesa de Providencia y candidata independiente por segundo periodo, Josefa Errázuriz, perdió con el 42,2% de los votos (25.425). Como podemos ver abajo de estas lineas, sus avisos publicitarios carecieron del logo del partido o figura importante que endosara su candidatura. En algunos afiches su publicidad ni siquiera mostraba la cara de la candidata.
Desafiando el principio antes presentado, otras campañas tuvieron algunas propuestas creativas interesantes. Por ejemplo, la publicidad de la candidata al Concejo de Providencia, Paulette Hartard del Movimiento de Centro Derecha Renovación Nacional, se centró en aumentar su nivel de reconocimiento por parte del electorado. Por ejemplo, el aviso que vemos a la izquierda, estaba diseminado en parques de esta localidad donde un segmento de los votantes sacan a pasear sus mascotas. El afiche promueve la adopción de perros con el slogan "No compres uno de raza, adopta uno sin casa." La idea se refuerza con el número de la candidata marcado por la huella canina en amarillo. Pese a la creatividad mostrada en este anuncio, su efectividad no se vio en las elecciones donde Paulette saco solo 428 votos, o el 0.75% del total del electorado y no alcanzó la curul.
El afiche de la candidata Ana María López de la Nueva Mayoría también nos muestra cómo la creatividad publicitaria no siempre es garantía de efectividad electoral. En este afiche la candidata al Concejo aparece rodeada de dos importantes figuras del movimiento feminista latinoamericano, Frida Kahlo, la famosa pintora mexicana y Elena Caffarena, activista de izquierda, que luchó por la clase obrera y los derechos de la mujer chilena durante el siglo XX. El aviso presenta tres esloganes "La mejor candidata para Providencia", "una actriz de excelencia" y "mujeres conmovedoras e inteligentes". Ana María obtuvo sólo 432 votos o el 0.75% del electorado.
Otro fracaso tanto electoral como publicitario lo constituyó la campaña de Walter Vogel candidato de Nueva Mayoría por el Partido Comunista, quien en un distrito como Providencia con votantes de clase media alta y de ideología de centro-derecha, decidió usar como eslogan de campaña la frase "Algunos piensan en las próximas elecciones, nosotros los comunistas pensamos en las nuevas generaciones." Aunque el aviso está orientado a padres de familia interesados en la educación de sus hijos, con este tipo de publicidad, Vogel solo logro 153 votos o el 0.27% de los sufragios, no fue electo y además, al no aparecer su imagen en los avisos, perdió la oportunidad de ganar algún tipo de reconocimiento entre los electores.
Cabe indicar que aparecer en un afiche con la figura más importante del partido, aunque en situaciones normales ayuda a los candidatos, puede ser también un factor de riesgo que hunda una campaña. Esto le sucedió a Patricia Morales candidata por el PRO (Partido Progresista de Chile) en Santiago. En el aviso a la izquierda, aparece junto al principal líder de esta agrupación Mario Enríquez Ominami y con el eslogan, "Yo marco por el cambio." Como se puede apreciar en la foto, no se ve abrazo entre los candidatos sino solamente imágenes superpuestas. Además para desgracia de ella, algunos días antes de las elecciones, la fiscalía chilena acusó a Mario Enríquez Ominami de haber cometido fraude al fisco, por un monto mayor de 250 mil dólares, con facturas de servicios no prestados durante su campaña presidencial en el 2013. Morales obtuvo el 4 puesto en esta elección con el 4% de los votos (2.560 sufragios).
Paralelo a los avisos publicitarios electorales, se generó una corriente de avisos formales e informales que expresaron la actitud que muchos chilenos tienen contra las élites políticas en ese país. Desde expresiones como "No +" escritas de manera informal en el reverso de los afiches de candidatos hasta campañas profesionalmente organizadas como la de la Corporación Alzheimer Chile que frente a cada aviso de políticos colocó otro diciendo "olvidar no es solo problema de ellos."
Lo que se viene en política chilena para el 2017
La primera fecha importante del calendario político chileno para el 2017 se cumplirá el 2 de Julio cuando se realizan las elecciones internas de los partidos para elegir sus candidatos presidenciales. Posteriormente el 19 de noviembre se cumplirá la primera vuelta de las elecciones presidenciales, y se elegirá la totalidad de los diputados, senadores y consejeros regionales. En caso de que un candidato presidencial no obtenga más del 50% de los votos, el sistema electoral chileno prevee una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, a efectuarse el 17 de diciembre.
Con este panorama en mente, el ex-presidente Sebastián Piñera, aunque aún no ha anunciado formalmente su candidatura, ya está trabajando de tiempo completo en su regreso al Palacio de la Moneda. Pese a que gran parte de la centro-derecha chilena lo considera como su mejor opción para volver a la presidencia, sus contrarios, utilizando estudios de oposición, ya iniciaron el ataque a su imagen. La primera discusión se basó no solo en recordarle a los chilenos que durante su gestión este país perdió 22.000 kilómetros de mar en un litigio con Perú, sino que, debido a esto, las empresas de pesca peruanas fueron ampliamente favorecidas, entre ellas Exalmar S.A. donde Piñera es un importante accionista y que en su momento no formaba parte del fideicomiso ciego que él estableció durante su primer mandato. De confirmarse la candidatura de Piñera, se espera que su campaña enfrente este y otros nuevos cuestionamientos durante todo el año electoral.
En la centro-izquierda, dentro de la coalición Nueva Mayoría, cada vez más se perfilan tres candidatos: José Miguel Insulza, Ricardo Lagos y Alejandro Guillier. El primero, aunque con experiencia ministerial en varias carteras, se destaca por su amplia carrera diplomática, como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Agente de Chile ante la Haya. Su estrategia electoral para las elecciones primarias ha sido adoptar una defensa acérrima de la gestión de la presidenta Bachelet y de esta forma asegurar la base de votos más fieles dentro de la coalición.
El ex-presidente Ricardo Lagos, durante las últimas semanas y después de la derrota que sus candidatos sufrieron en las elecciones municipales, ha iniciado un distanciamiento político de la presidenta, esto lo ha llevado a generar críticas a su administración, como en el caso del Transantiago (sistema de transporte público de Santiago), con el objetivo de sumar los sectores de la Nueva Mayoría que no están conformes con la misma.
El senador Alejandro Guillier, quien es sociólogo y periodista, continúa trabajando con el objetivo de conquistar al votante independiente, que se caracteriza por tener una actitud negativa contra la élite política chilena, y que favorece la renovación de la misma.
Más allá de la disciplina y la capacidad para obtener recursos que cada una de estas tres candidaturas necesitan para ejecutar sus respectivas estrategias electorales, hay dos elementos de peso en el éxito de las mismas. El triunfo de la estrategia de Insulza depende en parte de que el gobierno deje de cometer errores políticos que dañen la integridad de la coalición Nueva Mayoría. Uno de los más recientes y que habla de los problemas de comunicación política que tiene el gobierno, fue el twitter que la presidenta Bachelet envió con motivo de la muerte de Fidel Castro, en el que dice: “Mis condolencias al Presidente Raúl Castro por la muerte de Fidel, un líder por la dignidad y la justicia social en Cuba y América Latina“, este mensaje una vez más exacerbo las divisiones en su coalición con aplausos de sus aliados del Partido Comunista y fuertes críticas de sectores moderados como la Democracia Cristiana.
Por su parte, el éxito de la estrategia de distanciamiento que ahora propone Lagos depende de que los errores del gobierno continúen y que se generen mayores cuestionamientos a Bachelet dentro de la coalición pero que los mismos no lleguen a romper la unidad. Por último la apuesta de Guillier está en presentarse como el "outsider" contando con un voto de opinión que puede seguir creciendo en la medida en que el gobierno de Bachelet no pare de cometer errores y los dirigentes tradicionales de la Nueva Mayoría continúen perdiendo credibilidad frente a sus bases electorales. ¿Cómo se implementan y evolucionan estas estrategias? Esto es parte de lo que estudiamos desde el Mercadeo Político.
Autor: Mauricio Florez Morris, Ph.D. Profesor de la Especialización en Opinión Pública y Mercadeo Político de la Pontificia Universidad Javeriana. (Foto tomada mientras observaba los avisos publicitarios de las campañas de las elecciones municipales en Santiago de Chile, Octubre, 2016).
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