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Foto del escritormauricio florez morris

Historia secreta de asesores extranjeros que ayudaron campaña Yeltsin a ganar elección en Rusia

Actualizado: 18 feb 2021



Estudiando cómo asesores republicanos lograron importantes victorias con Pete Wilson (1990 y 1994) y Arnold Schwarzenegger (2002 y 2006) en las elecciones a la gobernación de California, es difícil ignorar el filme: "Spinning Boris" (2003, 113 minutos), el cual basado en hechos reales, muestra a los mismos asesores rescatando la fallida campaña de Boris Yeltsin en 1996 y obteniendo una trascendental victoria que frenó el regreso del comunismo en Rusia.


El grupo de expertos que trabajaron para Yeltsin: George Gorton, Dick Dresner y Joe Shumate, están representados en la película por los actores Jeff Goldblum, Anthony LaPaglia y Liev Schreiber. El filme los muestra sorteando enormes barreras culturales y políticas para poder aplicar diferentes estrategias y metodologías usuales en el trabajo de la consultoría electoral en países con mayor tradición democrática. Tener clientes como los rusos, sin experiencias previas desarrollando una campaña electoral, obliga a estos asesores a ser muy didácticos en las formas cómo presentan sus recomendaciones, elemento pedagógico en la cinta que le permite a la audiencia poco familiarizada con la consultoría política, conocer más de cerca el trabajo de estos profesionales.



La película "Spinning Boris", que actualmente puede ser vista en Google Play, también reviste interés para aquellos con mayor conocimiento del mundo de la consultoría electoral. La cinta muestra la evolución de la campaña Yeltsin, desde el primer momento en que los asesores llegan a Moscú en plena temporada invernal e inician su trabajo, faltado solo 109 días para los comicios, cuando el candidato escasamente registraba el 6% de la intención de voto frente a su principal oponente, el comunista Gennady Zyuganov con el 31%. El filme narra el desarrollo de la campaña hasta los resultados electorales de la primera vuelta, el 16 de junio de 1996, momento en el que Yeltsin ya se impone con el 35.79% de los votos frente a 32.49% de Zyuganov.


A medida que la cinta va transcurriendo se puede apreciar cómo el uso de diferentes recursos, ayudan o no, a Yeltsin a recortar su distancia frente al líder comunista. Aunque no se presenta en la película, este margen del 3.3% se amplía semanas después en la segunda vuelta cuando el candidato obtiene el 54.39% frente a Zyuganov con el 40.73%.



El artículo a continuación analiza los siguientes temas ilustrados en el filme: (1) la importancia de la investigación en el manejo de las campañas, (2) El conocimiento práctico de los consultores aplicado a promover candidaturas, (3) Las barreras culturales y lingüísticas en el trabajo de la asesoría política internacional, (4) Los enemigos internos y los factores externos que afectan el desarrollo de las campañas y (5) aspectos informales en la profesión de la consultoría electoral.


Adicionalmente se ofrece un breve resumen biográfico de los consultores representados en la película, al igual que conclusiones sobre la cinta. Se incluye al final un enlace donde los tres expertos aparecen en una rueda de prensa, desarrollada en el reconocido National Press Club de Washington DC, en la cual ellos amplían algunos de los temas relacionados con su trabajo para Yeltsin en Rusia.


Ver Tráiler de la película (Subtítulos en español disponibles)

 

1. La importancia de la investigación en el manejo de las campañas


La película nos muestra muchos ejemplos que destacan el papel de la investigación en las campañas electorales. En una de las primeras reuniones de los consultores con el comité de campaña de Yeltsin, encabezado por su hija Tatyana Yumasheva, el asesor Dick Dresner, experto en encuestas, explica que no se pueden cambiar las opiniones de los votantes, si primero estas no se conocen. Por lo tanto, antes de hacer publicidad ellos decidieron contratar el mejor encuestador local. En esta reunión, los consultores fundamentan su crítica al desempeño hasta el momento de la campaña, basándose en una cuña de televisión y en un afiche que se venían utilizando y que claramente no estaban funcionando.



En una escena posterior se observa a los asesores contratando a uno de los mejores encuestadores en Moscú, quien les cobra 60 mil dólares por sondeo, cifra superior a la competencia. Pese a esto, ellos aceptaron pues sabían que necesitaban al mejor. Este encuentro también sirve para mostrar la diferencia entre el público occidental y la audiencia rusa del momento (1996). Ocurre cuando el encuestador les comenta que le fascinaba un programa de televisión americana donde se veían mujeres en bikini y agrega que estas imágenes hasta ahora se empezaban a ver en Rusia con el inicio de la democracia en 1991.



A lo largo de la película se presentan momentos en que el buen uso de encuestas, grupos focales y de analizadores de percepciones ayudan a los consultores a tomar mejores decisiones en la campaña.


Un buen ejemplo del uso de encuestas se observa en el minuto 42:34 cuando los consultores le están reportando a Tatyana sobre el estado inicial en que se encuentra la campaña de su padre, Boris Yeltsin. Durante esta reunión de trabajo, los asesores reportan que solo el 8% de los encuestados aprueban el trabajo del presidente mientras que el 59 % lo desaprueba. Cuando se les pregunta a los votantes si a Yeltsin le preocupan las personas como ellos, solo el 10% responde afirmativamente, mientras que el 85% dice que no. Adicionalmente el 75% lo encuentra responsable por la mala economía, el 69% piensa que es corrupto, el 70% lo culpa por la guerra que en ese momento había en el territorio de Chechenia y el 61% dice que es un líder incompetente.



Al ver la cara de disgusto de Tatyana frente a la opinión negativa de los votantes, los consultores empiezan a mencionar algunos datos más alentadores, como, por ejemplo: el hecho de que aún había muchos electores indecisos, que el candidato podría ganar las elecciones si la alternativa era el regreso del Partido Comunista al poder y la circunstancia de que un buen número de votantes consideraban que Yeltsin tenía la capacidad de triunfar.


Esta escena de la película también sirve para mostrar la diferencia en la forma de pensar que tiene un seguidor de un candidato (en este caso Tatyana) y un asesor cuyo trabajo le implica observar más fríamente el contexto político. Frente a las malas cifras en la encuesta, Tatyana reacciona diciendo que su padre es un buen hombre, a lo que George Gorton responde que, lo que él es, no es tan importante como lo que los votantes piensan que es. Por lo tanto, aconseja empezar a trabajar para cambiar esta imagen entre la población. Por supuesto, frente a la propuesta de "reempacar" la imagen de su padre, Tatyana protesta diciendo que Yeltsin no es un pan de jabón y agrega no estar segura de gustarle esta forma de hacer política en occidente, a lo que Gorton le contesta, basado en su experiencia profesional, que le terminara gustando si ellos ganan y la odiara si pierden, por lo que entonces hay que ganar a todo costo.



Igualmente, la cinta ilustra cómo las encuestas son útiles para testear el efecto que tienen los mensajes de campaña. Por ejemplo, el eslogan: "Vote a Yeltsin por el bien de sus hijos" aparentemente ayudó al presidente a subir 3 puntos en las encuestas, esto asociado a otras consignas que la candidatura adelantó a favor de los grupos religiosos ortodoxos y en contra del crimen organizado.



La película también presenta una buena ilustración del uso de grupos focales. La situación ocurre cuando los consultores piensan que Yeltsin, como tema de campaña, debería ofrecerles tierras a los campesinos y así aumentar su popularidad en este segmento de votantes. Sin embargo, al conducir un grupo focal con ellos, se dan cuenta que están equivocados y que a los campesinos rusos les importaba más recibir herramientas de trabajo como tractores y semillas que poseer los títulos de propiedad de la tierra.


Adicionalmente, en el citado estudio se encontró que, aunque no les gustaba Yeltsin, sentían un mayor temor por el regreso del comunismo y los disturbios sociales que esto generaría cuando los ganadores se enfrentaran con la nueva burguesía que ahora tenía el poder en Rusia. Este hallazgo dio pie para que los asesores propusieran emitir publicidad negativa alentando el miedo del regreso al régimen soviético. La cinta "Spinning Boris" muestra un spot publicitario en que se le recuerda a los rusos que, con el triunfo de la revolución en 1917, nadie pensaba que el comunismo trajera tantas muertes. Luego en la misma cuña, se les pregunta a los votantes, ¿Para qué volverse a arriesgar?



En otra escena donde se desarrolla un grupo focal, hay un elemento humorístico que refuerza la importancia de conocer la cultura antes de aplicar este instrumento de medición. En la película se ve a varias personas comiendo en un cuarto, y el encuestador explicándole a los consultores que en Rusia tocaba alimentar muy bien a los participantes de estos paneles porque "a los rusos no les gusta hablar con el estómago vacío".



Una tercera metodología que se ilustra en el filme son las máquinas para investigar la percepción que tienen los votantes sobre los líderes. La cinta incluye una escena donde un grupo de sufragantes observa diferente material gráfico de Boris Yeltsin y evalúa qué tanto le gustan o no estos registros. Observando la información que se obtiene del panel, los consultores ven cómo la imagen del candidato mejora cuando se lo asocia con un deporte o caminando o sonriendo. Por el contrario, la percepción se vuelve negativa cuando el personaje hace cara de serio o habla. Estos resultados chocan con la visión que tenían los asesores rusos quienes pensaban que sonreír era un símbolo de debilidad y que lo mejor era que Yeltsin proyectara una imagen adusta de zar, para que los votantes lo asociaran con alguien que podía estar a cargo del estado. Por supuesto, la película no muestra ningún dato empírico apoyando esta perspectiva.


Después de debates dentro de la campaña, Yeltsin decide seguir el consejo de sus asesores extranjeros. A continuación, se puede ver un vídeo donde se le muestra bailando, saludando a las personas en lugares públicos, besando a los niños y otras conductas más asociadas a las campañas que se hacen en el occidente. Por las conversaciones que Tatyana tiene con los consultores, sabemos que Yeltsin se siente muy incómodo mezclándose con la gente para hacer campaña, pero él reconoce que es el único recurso que tiene para ganar las elecciones.



2. El conocimiento práctico de los consultores aplicado a promover candidaturas


Adicionalmente de mostrar la utilidad de aplicar diferentes técnicas de investigación en las campañas, la película aprovecha el hecho de que los rusos tenían muy poca experiencia en elecciones libres para mostrar algunas de las técnicas de consultoría política que se usan en estos casos. Por ejemplo, hay un momento en el filme donde Tatyana le confiesa a los consultores que a su papá no le gusta hacer actos públicos por el miedo a enfrentarse con manifestantes que lo abucheen. A esto George Gorton le responde que las campañas en occidente tienen equipos de avanzada encargados de preparar eventos con anterioridad a la llegada del candidato y así lograr que los encuentros con posibles votantes sean lo más exitosos posibles. A continuación, Gorton explica cómo la campaña Yeltsin puede planificar una visita del mandatario para sembrar un árbol en un parque. El filme ilustra muchas de las instrucciones para que el evento sea un suceso. Por ejemplo, número de personas, pancartas, música, e inclusive tener en cuenta el tamaño del árbol para que el candidato lo pueda manejar sin problemas y el tipo de ramas para que estas no le tapen la cara en las fotos mientras siembra la planta. Abajo se puede ver a Yeltsin visitando otro lugar público como es un supermercado.



Consejos como besar a los bebes en la frente y nunca en las mejillas son muy seguramente el fruto de valiosas experiencias vividas por sus asesores extranjeros en pasadas campañas. Adicionalmente se especifican algunas recomendaciones que se deben seguir, como el no dejar que el encuestador cambie por su cuenta preguntas del cuestionario para recolectar la información que los consultores necesitan.


En otras instancias las soluciones se generaban conversando con Tatyana y otros miembros rusos del comité de campaña. Por ejemplo, planificando hacer más actos públicos con Yeltsin, los consultores, con algo de temor, comentaban que las encuestas concluían que a muchos votantes no les gustaba ver al candidato con signos de alicoramiento. Después de un incómodo y breve silencio, la contraparte rusa respondió que no había problema, que eso se solucionaba fácilmente haciendo los eventos más temprano. Así ese problema de imagen del candidato se solucionó.



3. Barreras culturales y lingüísticas en el trabajo de consultoría política internacional


La película resalta el impacto que las diferencias culturales y lingüísticas tienen en la labor de los asesores electorales. Se ven escenas donde ellos se molestan debido a la impuntualidad de los rusos, los cambios de alimentación, el hecho de que el personal de limpieza entre a las habitaciones sin anunciarse, etc. Esta es una situación similar a la que muchos otros consultores han vivido cuando trabajan por primera vez en un nuevo país.



Dificultades con los idiomas y en la forma de expresarse también son lugares comunes en la vida de muchos asesores extranjeros. Por ejemplo, hay una escena en la que los expertos le aconsejan a Tatyana que Yeltsin necesita tener un "mensaje" de campaña, esto genera sorpresa en los rusos, pues entienden que ellos le están recomendando al candidato un "masaje". Luego las personas que ayudan en la traducción explican a las partes que el concepto de "mensaje" es difícil de traducir al ruso.


Algo similar ocurre en la forma de expresarse. En la película hay una escena donde el consultor George Gorton desea salir del Hotel Presidente, donde estaban hospedados, para caminar por las calles de Moscú. Al llegar al portón del edificio, un guardia de seguridad con ametralladora en mano le dice que "no es aconsejable salir", por lo que Gorton regresa a su habitación pensado que estaban confinados en ese lugar. Más adelante en el filme, los consultores se dan cuenta que esa era la forma como la gente de seguridad hablaba y que, de haberlo querido, hubieran podido salir a caminar todos los días.



4. Los enemigos internos y los factores externos que afectan el desarrollo de las campañas


Aunque el trabajo de consultoría muchas veces se enfoca en el micro manejo del desempeño de la campaña y la de sus opositores, la película es buena ampliando este marco cognitivo. El filme presenta varios ejemplos de la importancia de tener en cuenta el efecto que actores externos al "cuarto de guerra" tienen en el funcionamiento de una candidatura. Por ejemplo, en la medida que la cinta avanza, se empieza a observar que la amenaza a la entonces naciente democracia rusa no solo proviene de la oposición comunista que anhela reinstaurar el antiguo régimen soviético, sino también de sectores de la oligarquía, dentro del gobierno, que prefieren cancelar las elecciones antes de arriesgarse a una derrota. Ellos asumen que de ganar Zyuganov, el candidato del Partido Comunista, no solo van a perder sus posiciones de privilegio y sus fortunas, sino también sus vidas. La película igualmente deja en claro que la seguridad de los consultores extranjeros tampoco está garantizada si fracasan en la reelección de Yeltsin.



Otro aspecto interesante del filme es el mostrar la influencia que mandatarios extranjeros pueden tener en los resultados electorales. En este caso, se enfatiza el impacto que el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton tuvo en la reelección de Yeltsin. Primero llamándolo para convencerlo que aceptara alguno de los consejos que sus asesores estadounidenses le estaban dando y luego alabándolo en público durante la reunión del G7 que se celebró en abril de 1996. Las palabras de Clinton inflaron el orgullo del pueblo ruso hacia su mandatario, lo cual se tradujo en que Yeltsin alcanzara en las encuestas a su oponente Zyuganov. La película muestra cómo la ayuda que Clinton prestó fue gestionada gracias a que Dick Dresner, uno de los asesores de Yeltsin tenía una buena relación de trabajo con Dick Morris, uno de los asesores de Clinton en ese momento. Más información sobre estos consultores se presenta al final de este artículo.


5. Aspectos informales en la profesión de la consultoría electoral


Aunque no se debe generalizar la forma cómo las personas de una profesión actúan, la película "Spinning Boris" retrata comportamientos que no son extraños en el mundo de la consultoría electoral. Por ejemplo, se hace referencia a códigos de conducta que muchos consultores siguen. Este es el caso de: nunca garantizar el resultado de una elección, mantener un bajo perfil para no opacar al candidato y no dar por perdida una campaña hasta el final de la misma. Así el desarrollo de una candidatura no sea lo más favorable, con frecuencia, hasta último momento, muchos buenos consultores están pensando en alternativas que permitan lograr los objetivos propuestos.


La película también presenta otros aspectos para nada extraños en la vida de los asesores, como las reuniones en un bar para comentar aspectos de la campaña y las madrugadas para asistir a reuniones de emergencia o escribir un discurso para el candidato, que al final no se utiliza. El hecho de que durante casi toda la cinta los asesores solo estén hablando de la campaña, no es algo extraño para las personas que han estado inmersas en estas dinámicas de trabajo. Por supuesto, hay otras situaciones en que los consultores solo son contratados para dar una charla u ofrecer un concepto, pero este no es el caso en el filme.



Pese a que hay ejemplos de consultores que han hecho fortunas asesorando a algunos políticos, muchos en este gremio, como lo muestra la cinta, son profesionales con poca estabilidad laboral y que trabajan con candidatos de forma intermitente. De hecho, en una de las primeras escenas de "Spinning Boris" se puede ver a George Gorton cuando antes de asesorar a los rusos, fue despedido por la campaña de "Pete Wilson a la Presidencia". En esa escena sus compañeros, en solidaridad, le ofrecen renunciar, él les recuerda la importancia de seguir recibiendo sus salarios mientras estén contratados.



El interés por asegurar un capital también se observa en la cinta cuando los protagonistas deciden invertir en una compañía rusa cuyas acciones están desvalorizadas ante la expectativa de que los comunistas ganen las elecciones. El mismo tema del dinero se manifiesta cuando ellos hablan sobre los honorarios que le cobraron a la campaña Yeltsin.



Otro aspecto interesante del filme es la relación que los asesores tienen con los medios de comunicación. Aunque ellos se comprometieron con sus clientes rusos a no hablar con la prensa o publicitar su vinculación laboral con Yeltsin, durante la campaña se encontraron con que el periodista Michael Kramer de la revista Times los había descubierto trabajando en Moscú. Esta situación genera un proceso de negociación con el reportero donde ellos solicitan que la noticia salga en la portada de la publicación y después de las elecciones. A cambio le ofrecen a Times la información en exclusiva y permitirle al corresponsal el acceso a la sede de la campaña para verificar el trabajo que venían haciendo. Ver tapa de la revista abajo.



Por último, es obvio que asesores que trabajen de cerca con personajes políticos de la importancia internacional de Yeltsin, se conviertan en "personas de interés" para los organismos de inteligencia. Esto se vio en la película en varias escenas. En una de ellas, los consultores descubren que están siendo grabados por los rusos que los contrataron. En otra ellos reciben una llamada de un funcionario de la CIA donde los felicita por su trabajo y les desea mucha suerte con la candidatura de Yeltsin, pues se pensaba que la alternativa comunista significaba un regreso a la guerra fría. Aunque los consultores en la película se muestran sorprendidos con estos eventos, en la vida real, no es tan raro que, en medio de un coctel o un evento social, alguien se le acerque al asesor para comentarle que lo están "observando." En este caso siempre es recomendable agradecerle la deferencia al emisario.


Biografía de los consultores representados en este filme



De acuerdo con "Spinning Boris", el grupo de los consultores republicanos que viajó a Rusia estaba encabezado por George Gorton, quien fue representado en el filme por el actor Jeff Goldblum. En la foto de arriba se lo puede ver a la derecha charlando con dos de sus principales clientes en los Estados Unidos. El exgobernador de California, Pete Wilson, a quien le manejo las campañas de gobernación, senado y parte de la precandidatura presidencial, y en el centro, el famoso actor Arnold Schwarzenegger a quien Gorton asesoró en sus campañas para la gobernación de California desde el año 2000.


Respecto a la vida del asesor Gorton sabemos que nació en 1947, se inició en el trabajo político en la campaña de reelección de Richard Nixon en 1972 y luego se convirtió en el Jefe de Personal del Partido Republicano en California en 1975. También colaboró activamente en las candidaturas presidenciales de Gerald Ford (1976) y Ronald Reagan (1980). Adicionalmente de trabajar campañas en los Estados Unidos y Rusia, se lo recuerda por la labor realizada en Panamá, Rumania, la antigua Checoslovaquia y Canadá. En una reciente entrevista para la publicación "Campaigns & Elections" sobre el trabajo de consultoría fuera de los Estados Unidos, Gorton les aconseja a los nuevos asesores que "si [el cliente potencial] no está dispuesto a pagar su viaje en clase ejecutiva y un hotel decente, no vaya."



En la foto de arriba, a la izquierda se puede ver al consultor George Gorton junto a Jeff Goldblum, actor que lo representó en la película. A la derecha aparece Joe Shumate, vistiendo un chaleco azul. Él fue personificado por el actor Liev Schreiber, quien en la escena final del conteo de votos les pide a sus colegas que confíen en la ciencia y les asegura que Yeltsin ganaba por el 3% de los votos.



Debido a su tamaño, Joe Shumate nunca pasaba desapercibido en las conferencias de consultores políticos. Lamentablemente murió en el año 2010 a los 69 años. Es recordado en el gremio por su conocimiento en estadística electoral y manejo de datos. Sus colegas aún mencionan su preferencia por desarrollar fórmulas matemáticas para fundamentar las estrategias electorales. Él siempre pregonaba el uso de análisis de datos para llegar de forma más precisa y con el mensaje más adecuado a los sectores de la población que se necesitaban para ganar las campañas. Adicionalmente de asesorar al Partido Republicano en el rediseño de distritos electorales en California, también se recuerda su trabajo con Pete Wilson, Carly Fiorina y Steve Cooley (candidato que perdió la elección por la Fiscalía General de California contra Kamala Harris en el 2010).



Dick Dresner, el tercer consultor que aparece en el filme trabajando en Moscú, estudió Ciencia Política a nivel de pregrado en NYU (New York University) y finalizó la Maestría en esta misma disciplina, en Columbia University. Ha trabajado por más de 30 años como estratega político, productor de publicidad electoral y encuestador. Debido a la labor realizada en la campaña de Boris Yeltsin, fue galardonado por la Asociación Americana de Consultores Políticos como el "Consultor Internacional del año." También se destaca su trabajo de encuestador para muchas prominentes figuras del Partido Republicano como Pete Wilson (California) y Mike Huckabee (Arkansas), al igual que para el senador demócrata por New York, Daniel Patrick Moynihan. Adicionalmente, junto con Dick Morris, fueron los primeros asesores que Bill Clinton tuvo. Ellos lo ayudaron en su candidatura para gobernador de Arkansas en 1978.



Adicionalmente "Spinning Boris" muestra a Dick Morris quien en ese momento volvía a asesorar a Bill Clinton, esta vez para su campaña de reelección a la presidencia en 1996. La película presenta a este consultor como el enlace entre el presidente estadounidense y su contraparte ruso. Pese al escándalo que Morris protagonizó con la trabajadora sexual Sherry Rowlands y que lo obligó a renunciar a la campaña Clinton ese mismo año (1996), el asesor se ha mantenido activo prestando sus servicios en America Latina. Entre sus clientes más famosos se encuentran Fernando de la Rúa en Argentina (1999), Jorge Batlle en Uruguay (1999) y Vicente Fox en México (2000). También estuvo cerca de Mauricio Macri (Argentina) antes que este contratara al asesor ecuatoriano, Jaime Duran Barba. Por supuesto, Morris, al igual que muchos otros consultores, también tienen una lista igual o quizás más larga de clientes menos exitosos. Un caso reciente de ellos es Luis Espert, candidato presidencial argentino en las elecciones del 2019 quien representando la coalición "Unite por la Libertad y la Dignidad" obtuvo un deslucido sexto lugar alcanzando solo 550.593 votos o el 2.16% de total de sufragios.



Cabe señalar que Dick Morris es un gran admirador del expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, esto quedo manifiesto en una reciente entrevista donde el asesor "aseguró que el presidente Álvaro Uribe debe ser recordado por el amor a su país y lo mucho que hizo por Colombia durante su administración." Además, agregó que el exmandatario es “el presidente vivo más exitoso del mundo”.





En el recorte de prensa de 1996 se puede observar que el equipo de asesores de Yeltsin también estaba integrado por el consultor Steven Moore, quien era especialista en relaciones públicas, pero no aparece en el filme y Felix Braynin, ruso quien sirve de enlace entre los asesores y el resto de campaña.



Conclusiones


El filme "Spinning Boris" ofrece una visión interesante del mundo de la consultoría política. Inclusive el hecho de que la campaña Yeltsin se haya realizado antes de la era digital, no le resta actualidad a muchos de los temas tratados en esta cinta. Más aún la participación de consultores estadounidenses a favor de Boris Yeltsin es un episodio que fue recordado por la diplomacia rusa cuando en el 2016, ese gobierno fue criticado por haber interferido a favor de la elección de Donald Trump. Claramente en estos últimos 20 años el conocimiento de los rusos en técnicas de persuasión y manejo electoral ha mejorado sustancialmente.



La victoria de Yeltsin en 1996 fue celebrada en muchos países de occidente como una reafirmación de la democracia frente al autoritarismo que hasta 1991 venia reinando en Rusia. Sin embargo, la situación empezó a cambiar cuando el presidente en el poder renunció de forma inesperada el 31 de diciembre de 1999, cediéndole el cargo al entonces presidente interino y ex agente de la KGB, Vladimir Putin. A cambio de esto, curiosamente, el nuevo mandatario emitió su primer decreto garantizando inmunidad para Yeltsin y su familia de cualquier investigación sobre lavado de dinero. Después del cambio de gobierno, Tatyana Yumasheva, la hija de Yeltsin, ingresó en el círculo de asesores más cercano a Putin. Adicional información sobre la alianza de Putin con la oligarquía rusa para sacar a Yeltsin de la presidencia y la posterior traición a muchos de estos mismos oligarcas, quienes terminaron en prisión o en el exilio, se puede leer con mayor detalle en el reciente libro: "Putin's People: How the KGB Took Back Russia and Then Took On the West" (2020) de Catherine Belton.



Vídeo de la rueda de prensa de George Gorton, Dick Dresner y Joe Shumate en el famoso National Press Club de Washington DC sobre su exitosa participación como asesores de la campaña de Boris Yeltsin en 1996 (38:06 minutos)



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Este artículo fue escrito por Mauricio Florez Morris, Ph.D. El autor ha sido profesor en las facultades de Ciencia Política y Sociología en University of Maryland, George Washington University, Georgetown University, y North Virginia Community College en los Estados Unidos. En la Universidad del Rosario y la Universidad Javeriana en Colombia, al igual que en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad del Salvador en la Argentina.

Su actual interés académico se centra en temas relacionados con los estudios de opinión pública, campañas electorales, marketing, liderazgo y psicología política. Es miembro de la American Association of Political Consultants (AAPC), la American Political Science Association (APSA) y la American Sociological Association (ASA), al igual que de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos (ACOPOL). Ha trabajado en campañas electorales para organizaciones afiliadas al Partido Demócrata en los Estados Unidos.

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